jueves, 8 de abril de 2010

Un homenaje

El disco está casi terminado, a falta de pulir flecos y repetir un par de cosas y de añadir unos coritos que me van a hacer este finde, y de una minicanción de título no tengo tocadiscos para poner mi disco (un título asquerosamente popero) que haré esta tarde. Junto con Esquimales grabé la canción número 12 y con la que llegué a la marca de los 40 minutos: un homenaje a la forma original de Alfombra, una canción que sería remozada por Scumm en 2004 para su inclusión en el Meeting at the Hit Parade. La forma original era una semicoña/plagio de Window Paine, canción incluida en el primer disco de Smashing Pumpkins, y precisamente por eso la reconstruimos. Sin embargo, a mí siempre me gustó la original, así que he querido rendirle un pequeño homenaje en este disco.


El temita, que supongo que colocaré al final del disco, se llama Debajo de la alfombra y juega a darle una vuelta al concepto original de la canción. La letra es muy sencilla e intenta respetar las repeticiones y fraseos originales pero alterando el sentido:

Debajo
de la alfombra
tirados en el suelo
los monstruos se arrastran
Entre suciedad
y soledad.

Debajo
de la alfombra
se perdieron unas letras
de canciones olvidadas
entre suciedad
y soledad.

Y quiero
levantarla
y ver lo que olvidamos
y lo que se perdió
lo monstruos del pasado
se escaparán
se escaparán
alfombra, ya.

Debajo
de la alfombra
se esconde un tesoro
que gira en hierro y cromo
¿Dónde estará?
¿Qué guardará?

Y quiero
levantarla
y ver lo que olvidamos
y lo que se perdió
ya no seguiré así
ya no soy un cobarde
un cobarde
alfombra, ya.


Para grabarla lo primero que hice fue ponerme y samplear todos los sonidos de batería del Tonebank y añadirlos en su carpetita correspondiente al archivo de muestras de Stray Jay Music. Con eso listo (¡algo que debía haber hecho al principio del proyecto!), fue coser y cantar cargar mi cutresampler favorito y cargarlo en ACID con un patch hecho con estos sonidos. Así pude programar muy fácilmente el ritmo completo que yo solía hacer manos al teclado para la canción original, redobles y cambios incluidos.

Sobre esto, grabé la guitarra de la canción con la española, la filtré un poco y la coloqué algo a la derecha del panorámico. Para acompañarla, grabé una parte de teclado empleando el registro synth-accordion que la mimetizaba en gran medida (seguramente, lo que hubiera tocado en tiempos de no tener que encargarme de ejecutar la batería) y lo escoré un poco a la izquierda. Luego le llegó el turno a otra de las señas identificativas de la canción: imité el bajo que hacía Sam con un par de modificaciones para eliminar algunas disonancias feas (básicamente, dejar el "tún-tun, tún-tun ..." momentaneamente para seguir los acordes tónica y quínticamente) empleando el muy socorrido sonido de basoon.

Para completar, toqué un sencillo relleno de nueva cosecha que entra en la segunda estrofa, de fondo, con cambios bastante poco evidentes que suena raro pero guay.

Por último, grabé la pista vocal. Dios, no recordaba que esta canción estuviese originalmente tan grave. Como uno es idiota, en vez de probar antes de grabar por si tiene que cambiar la tonalidad, voy y lo grabo todo sin comprobar nada... En fin, entoné todo lo mejor que pude. Se me da fatal moverme por las notas más bajas de mi registro. Por suerte, no fue demasiado difícil de mezclar gracias al compresor que trae el propio ACID, que me ayudó a igualar picos y a darle más peso en la mezcla sin descojonciar nada.

miércoles, 7 de abril de 2010

Esquimales campaneros

Ayer, además de pergreñar completamente una canción de la que hablaré en el siguiente mensaje, terminamos de dar forma y grabar la canción campanera que llevaba pendiente desde el miércoles pasado. Antes de decidir un tema, antes incluso de empezar a grabar, le pusimos Esquimales a la carpeta donde guardaríamos las pistas y el proyecto, por ponerle algo. Al final (y no es la primera vez) hemos construido todo el tema en base al título, escribiendo una letra que podría ser clasificada dentro de un subgénero inventado llamado cartas desde el resquemor. La letra emplea imagenes sencillas y bastante obvias pero tiene la característica de que rima en -ales, así que salen frases muy chulas al no ser una rima típica al uso (-ar, -er, y sus amigos -ón y -ado). Además emplea una imagen generada en la historia reciente de Scumm: paracaídas fatales, que además de formar parte de Politoxicómanos que leen a Szimborska y ser el título de la nueva maqueta, me venía al pelo.


Al empezar la sesión, teníamos el juego de campanas que describimos el otro día y una sencilla linea de ritmo básica realizada con trozos de ritmos de Tonebank (4/4 básico, sin adornos). Completamos con una mini introducción en crescendo construida con un golpe metálico violento puesto al revés y esas muestras de estática de radio que siempre fueron tan socorridas. Con esto sonando continuamente de fondo, escribí la letra, que raja bastante airadamente de un tipo de gente que no aguanto:

Esquimales - me traen todos los males
y se abren como paracaídas fatales,

vestigios de aquellos hombres normales
que adoptan temerosos posiciones fetales.

Esquimales - Tanto das, tanto vales.
Entretanto parecemos subnormales
esperando ansiosos placeres tales
que harían temblar
al más tonto de los mortales.

Esquimales perezosos
del cielo temerosos;
se pierden en sus voces
los gritos angustiosos.


Esquimales - me gritan informales
y se esconden en sus trajes normales,
y aunque se crean que siguen siendo especiales
sólo llaman si necesitan tus retales.

Esquimales - me traen todos los males
y se mecen al viento como paracaídas fatales.
Creen ilusos que son los inmortales
Se pierden  en sus vicios terrenales.

Esquimales - tanto das, tanto vales,
o, si no, te devoran como animales.
Mastican tus huesos y los vuelven fractales.
No tienen mucho seso entre paredes occipitales.

Esquimales perezosos... etc



Esquimales - me gritan informales... etc

Creí que me costaría más trabajo ejecutarla. No es un recitado, ni un rap, sino más bien ambas cosas, o quizás todo lo contrario. Lo cierto es que, ante mi asombro (y el de Sanabria, que es un hombre de poca fe), la voz salió a la primera toma. La montamos en el proyecto y la replicamos retrasándola una blanca completa y aplicando un filtro parecido al de las campanas, pero sin panoramizar. Luego eliminamos de esta nueva pista todas las palabras que no fueran las últimas de los versos, para no sobrecargar. El efecto es que parece que hay un delay bestial durante toda la canción, pero sólo se oye en los huecos entre versos, con lo que las repeticiones no emborronan las palabras y todo se entiende perfectamente.

Para redondear, grabamos un bajo zumbón con nuestro ya habitual basoon de Tonebank y añadimos un par de rellenos en la segunda parte de la canción, a saber, un ritmo de bongos muy lejano y un drone chirriante que no sé de dónde lo hemos sacado, pero que estaba en la biblioteca de muestras de Stray Jay Music.

Una canción rara e inusual, pero que funciona misteriosamente. Quizá sea el misterioso juego de repeticiones de las campanas, no lo sé. Lo cierto es que no desentona nada.

martes, 6 de abril de 2010

¡Invasión de minichinorris!

Ayer en el estudio tuvimos un repentino ataque de minichinorris, unos seres extraños (como los marchanos) de colores y plastiquete que rebotan por todos lados y hacen un ruido infernal. Cuando llegué, a eso de las 7 de la tarde, encontré a Sanabria atrincherado bajo la mesita lack intentando protegerse en la medida de lo posible. Casi no me dio tiempo a hacer lo propio, y uno me pasó rozando la sien y se fue a estrellar violentamente contra la pared del fondo.

El ataque había empezado algunas horas antes de que llegásemos. Por lo visto, alguien se había dejado abierto el grifo de una bombona china y había habido un escape. Bastante descontrolado, además. La situación se había hecho bastante insostenible poco antes de que Sanabria entrase en el estudio, ya que, sin darse cuenta, un chinorri había mordido unos cables y habia provocado una reacción en cadena que los dotó a todos con superpoderes y vista de rayos-X.

Bastante alarmado, intenté buscar una solución por todos los medios. Me arrastré con cuidado, tratando de que no me viesen, y me dirigí a la vieja biblioteca (un vetusto mueble de pino que contiene algunos tomos de valor y antigüedad incalculable, además del famoso Curso de Literatura Rusa 1, 2 y 3). Allí, en el viejo tomo del Especiarum Raritus encontré un escueto artículo sobre los chinorris, pues bien es sabido que poco se sabe sobre ellos, valga la redundancia. Las pocas observaciones realizadas conducían a aún menos averiguaciones, y de ellas se extraía que lo único que se podía hacer en estos casos era irse bien lejos y esperar. Por la noche los chinorris desaparecerían, sin más.

Volví con Sanabria y decidimos irnos de allí. Tampoco habría grabación, pero aprovecharíamos el tiempo. Cogimos el Boss MicroBR y nos subimos al desván con una guitarra y un tecladín para improvisar un poco con las arañas (¡no veáis cómo tocan el violín en las telas! ¡es maravilloso!). De la improvisada sesión salieron muy buenas ideas que quedaron bien registradas para su posterior disección y arreglo. Acercándome al final del trayecto y con la idea fija de grabar un minicuento en varios movimientos para cerrar el disco, además de dos canciones secretas (una versión y una reimaginación) me doy cuenta de que se me amontona un poco el trabajo. Hoy, sin chinorris, intentaré dar forma a Esquimales, que es como le hemos puesto a la canción de las campanitas que os conté ayer, pero habrá que sacar tiempo para dedicarlo a finiquitar de una vez por todas el Vals Orbital de Scumm, que está a falta de dos o tres tonterías de montaje.

Ya os iré informando.

lunes, 5 de abril de 2010

Simulando campanas

Ya dijimos antes que el miércoles pasado, una vez concluida el pozo de la Tía Anastasia, estuvimos grabando algo de material sonoro. Elaboremos aquí un poco.

Los que conozcáis el Casio SA-10, o sea, el modelo de Tonebank que estamos usando para grabar este disco, sabrá que tiene un registro de campanitas sencillas y otro más elaborado que emplea síntesis algorítmica para tocar campanas graves filtradas con ecos que se van perdiendo y se replican de forma un tanto irregular, simulando los diferentes tañidos hasta que se pierden. Siempre me ha encantado ese efecto, pero el registro original del teclado no sirve para mucho más que para hacer efectos sonoros, ya que suenan varias notas a la vez y los ecos son demasiado incontrolables.


La idea era simular algo parecido usando las campanas básicas, teniendo así total control de qué está sonando y, sobre todo, cuándo y dónde. Y con dónde me refiero a un uso atractivo del panorámico.

Grabé un arpeggio sencillo con registro de campanas y le apliqué un delay simple a negras. Panoramicé un poco a la izquierda y dupliqué la grabación haciéndole un filtrado tipo teléfono que se cargó casi todas las frecuencias altas, consiguiendo una réplica del sonido más ahogada, sin matices, como la que se genera por un eco natural, que te devuelve el sonido pero perjudicado, ya que las frecuencias altas suelen perderse en el rebote. Añadí este sonido modificado retrasándolo 3 negras y lo panoramicé a la derecha, sin añadir delay esta vez. Esto crea un patrón rítmico bastante atractivo que además se extiende por el panorámico (las campanas suenan levemente a la izquierda y se oye su eco lévemente a la derecha), algo así:

1 - 2 - 3 - 4 | 1 - 2 - 3 - 4 | ...
A       B   a   A       B   a     


A es el sonido original panoramizado a la izquierda, B es su eco generado por el delay (a menor volumen) y a es el eco artificial filtrado y panoramizado a la derecha (sin frecuencias altas).

La linea melódica registrada es un sencillo arpeggio en Am y C con un cambio a Dm y C que resuelve de nuevo en Am, en su mayoría jugando con negras y corcheas. Los barridos de corcheas crean repeticiones más anárquicas que hacen que los acordes se fundan entre sí creando disonancias interesantes.

Aún no sabemos qué sacaremos de esto, pero por lo pronto es bastante atractivo.

Completando "el pozo de la Tía Anastasia"

La semana pasada sólo pudimos emplear la tarde del miércoles para seguir con nuestro proyecto panascánico, y la corta sesión fue bastante productiva. Por un lado empezamos una canción con un par de ideas (título y aspecto general por decidir) y por otro terminamos completamente el pozo de la Tía Anastasia. No dio tiempo, sin embargo, para enmendar algunas tomas de voz (aunque al final pude eliminar los fallos puntuales de el pozo... en el propio estudio sin tener que repetir la pista, ya que las sílabas vacilantes o desentonadas se hallaban replicadas en otros puntos de la canción ejecutadas de forma correcta. ¡Aah, deliciosa era digital y delicioso cortapega!)

Lo primero que hicimos Sanabria y yo fue tomar un poco de contacto, ya que habíamos estado casi una semana sin tocar el estudio y había que refrescar la memoria y meterse en ambientillo. La semana anterior, a modo casi de demo rápida, había empleado los últimos minutos en el estudio para registrar guitarra y voz. Escuchamos atentamente todo el material y lo consideramos usable. Pusimos un click de fondo y nos pusimos a sincronizar a mano ambas pistas para no tener que hacer una nueva. Por suerte, mi ejecución fue bastante regular y hubo que hacer muy pocos reajustes temporales para que la linea grabada al tun-tún casase con un ritmo a tempo fijo. Construimos así un sencillo esqueleto sobre el que Sanabria programó un ritmo con shuffle empleando trozos del ritmo POPS1 del Tonebank.

La voz precisó de más arreglitos. En su mayor parte estaba bien, pero el intervalo de octava con el que empezaba el estribillo, algo como...


sonaba demasiado vacilante unas veces y claramente desentonado en otras, sobre todo por el hecho de que prácticamente acababa de componer la melodía y no había ensayado nada. Por suerte, al menos tres repeticiones de dicho intervalo estaban perfectamente bien ejecutadas, y con paciencia y cuidadito fuimos sustituyendo las notas mal avenidas por réplicas perfectas. Al final todo lo pegamos con pegamento de barra Gomagom y quedó perfecto.

Con el esqueleto de la canción terminado, volvimos a pinchar el Tonebank con el socorridísimo registro de bassoon para tocar un bajo saltarín. Antes de grabar teníamos un poco la idea del estilo, una media tinta entre los que hacía Manzarek en las canciones más blueseras de The Doors y los graves de PSG de los juegos de Master System. Con esto decidido, hicimos lo de casi siempre: le damos al rec y grabamos todo el bajo en una sola toma, improvisando cambios y rellenitos. Luego pulimos. Quitamos los patazos y los sustituimos con arte por otras partes aledañas. Al final queda todo genialmente natural. Somos los amos del falso directo. El tema "falso directo" nos lo apuntamos, además, en el cuadernito de notas.

Lo siguiente era meter un órgano sencillo pero rellenón en la mezcla. Me puse la careta de organista de bar y grabé de nuevo toda la canción de una toma. Luego, a la hora de editar, cambiamos algunas de las secuencias de acordes de las segundas partes de los estribillos que entraban un poco a destiempo por otras que estaban mejor. Amigos, no sabéis la de tiempo que ahorra esto sin que la canción suene robótica. Siempre es mejor currarse toda la canción de principio a fin sin parar en una sola toma aunque haya imperfecciones, ya que así conseguimos la máxima naturalidad y los pequeños fallos pueden corregirse sustituyendo partes sin que se note.

Para concluir la parte musical de la canción, cogí de nuevo la vieja armónica que ya sonaba allá por 1994 (en Pandereta Escacharrá y Cry, Baby, por ejemplo) y que andaba por allí después de las sesiones acústicas con Scumm para el Vals Orbital. Soy un auténtico patata master con la armónica, así que grabé trozos más o menos entonados y luego los ordené de plástico. El resultado no es óptimo, pero tampoco suena muy fuerte.

Terminada la canción, Sanabria y yo nos dispusimos a diseñar el breve paisaje sonoro que serviría como colchón al pequeño recitado del principio. Empleando algunos samples de nuestra biblioteca de sonidos sonoros construimos primero un fondo de pantano con ranas y grillos, y luego añadimos muestras de pasos entre la hierba hasta llegar a una zona lodosa donde el caminar se transforma en chapoteo. A medio camino en el paseo pantánico con rumbo al pozo, introdujimos un sonido de congregación de personas que iba subiendo en intensidad y que desembocaba en un aplauso animoso al tiempo que sonaban las primeras notas de la canción, por eso que anotamos del falso directo más arriba. Sobre esto, recité la estrofa un de forma poco ad-lib y la colocamos encima del paisaje bajando cinco tonos para obtener una genuina voz de ogro. ¡Y canción terminada!

miércoles, 31 de marzo de 2010

Medicina interna

Medicina interna te cura por dentro. Extravagante collage de imágenes que, aparentemente, se suceden al tun-tún, pero que están colocadas en consciente sucesión intentando formar ideas más complejas. Eso sí, todo depende de lo que quieras ver o entender. O no, ¿quién sabe? Para leer entre líneas, o incluso para inventarse su significado. Ahí va.


Medicina interna
Me opero una pierna
Hago cirugía
Denoche y de día

Soy un buen doctor
no me falta el trabajo
curo por arriba
curo por debajo

Medicina Interna

Medicina Interna
Medicina Interna 

Medicina Interna
Medicina Interna ¡AH!

Medicina interna, tratados de fotografía, librería
Medicina interna, tratados de brujería, anatomía
Medicina interna, tratados de orfebrería, y tu tía
Medicina interna.

Medicina interna
y la frente tierna
te tomas pastillas
atado a una silla

Soy un buen doctor
no me falta el trabajo
curo por arriba
curo por debajo

Medicina Interna
Medicina Interna
Medicina Interna 

Medicina Interna
Medicina Interna ¡AH!
Medicina interna, tratados de estenografía, rumanía
Medicina interna, tratados de economía, palabrería
Medicina interna, tratados de escenografía, la policía
Medicina interna....

Quemando papeles en un pozo

Aquí tenéis la letra preliminar (sujeta a leves cambios o, más bien, enmiendas) de El Pozo de la Tía Anastasia. Más rock pantanero y estribillos de charca.


(Recitado sobre soundscape)
En medio del bosque vivía mi tía Anastasia.
Todos los domingos que podía iba a visitarla
porque me daba muchas galletas.
Galletas con leche que sacaba del pozo
Del pozo de la tía Anastasia.


(Entra música)
(Verso)
Lo apretábamos tan fuerte que no cabía en la bolsa
No avisamos a nadie
Nos fuimos hacia el pozo para hacerla desaparecer
era tan importante
Volcamos todo dentro, mil papeles que hay que esconder
pero no descendían
Encendimos la cerilla y la tiramos dentro de una vez
a ver si prendía

Y al ver el humo mí tía Anastasia
vino muy enfadada y nos advirtió


(Estribillo)
Este es mi pozo y lo estáis ensuciando
Mi pozo
Esté es mi pozo y lo estás ensuciando
con tanta basura.
Esta espesura
tan densa y dura
Este es mi pozo y lo estáis ensuciando
Mi pozo
No borraréis lo que está en los papeles
aunque los enterréis
No lo conseguiréis
Por mucho que lo intentéis.


(Instrumental)

(Verso)
Nos murimos todos de vergüenza y tratamos de esconder
lo que era obvio
Y en un desesperado intento por salvarnos, tal vez
nos equivocamos
El caso es que sin pensarlo me lancé dentro del pozo
y pisé mojado
Eran tantos los papeles que se resistían a morir
¡lo habíamos llenado!

¡Y al ver lo que pasaba mi tía Anastasia
Estuvo a punto de estallar!


(Estribillo)

(Sólo final)